China sigue ostentando el dudoso honor de ser el primer país exportador de falsificaciones, responsable del 73% de los artículos retenidos.
Las estadísticas muestran que casi el 25% de los productos retenidos pertenecen al sector alimentario, mientras que el 43% eran productos de uso diario, tales como artículos para la higiene personal, cosméticos, medicamentos y electrodomésticos, lo que evidencia que no solo resultan perjudicados los titulares de derechos de propiedad industrial, sino también los consumidores y, lo que es más grave, su salud.
El 79% de las retenciones culminaron con la destrucción de las falsificaciones.
Este tipo de medidas siguen siendo una de las mejores herramientas que el legislador comunitario ha puesto a disposición de titulares de derechos y de los profesionales dedicados a su defensa para proteger la propiedad industrial e intelectual.
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