El Consejo Europeo, representado directamente por los todavía 28 países que forman la Unión Europea, ha rechazado la aprobación de los artículos 11 y 13 de la nueva Directiva de derecho de autor, referentes respectivamente a la protección de las publicaciones de prensa en ámbito digital y a la responsabilidad de los proveedores de servicios que almacenen y faciliten acceso a obras cargadas por los usuarios.
Debemos recordar que la propuesta de Directiva ya fue avalada por el Parlamento Europeo a finales del año pasado, pero para que el texto sea definitivamente aprobado debe tener el visto bueno del Consejo, presidido actualmente por Rumanía. Un total de 11 países – Alemania, Bélgica, Croacia, Eslovenia, Finlandia, Italia, Luxemburgo, Países Bajos, Polonia, Portugal y Suecia – han votado en contra de estos dos artículos tan controvertidos.
Por un lado, el artículo 11 prevé el reconocimiento del derecho de reproducción y de puesta a disposición del público (arts. 2 y 3.2. de la actual Directiva 2001/29) para las editoriales de publicaciones de prensa por el uso digital de sus publicaciones. Este artículo supondría un cambio importante ya que los editores podrían exigir a los grandes agregadores de noticias tanto una autorización explícita como el pago de una remuneración por compartir esas noticias.
Por otro lado, el artículo 13 contempla que los proveedores de servicios que almacenan obras cargadas por los usuarios (Youtube o Facebook, entre otras), tengan la obligación de adoptar medidas técnicas – desde software específicos hasta mecanismos de reclamación y recursos – para evitar que estas obras estén disponibles. Este artículo también supondría un cambio radical, ya que de esta manera las plataformas de contenidos tendrían que hacer unas inversiones sustanciales para evitar o, en su caso, detectar la presencia de obras protegidas.
Con este rechazo de parte de los miembros del Consejo Europeo, se deberán realizar las modificaciones necesarias a estos artículos para una eventual votación en los próximos meses.
Desde luego, se desconoce el alcance de estas modificaciones, pero lo que sí sabemos es que los gigantes tecnológicos (Google y Facebook, entre otros) seguirán realizando un lobby importante en Bruselas para que se eliminen estos artículos o para que su aprobación produzca los menores perjuicios económicos para sus intereses.