La OCDE (Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos) y la EUIPO han unido sus fuerzas para realizar conjuntamente un nuevo estudio sobre las falsificaciones, que, una vez más, arroja datos escalofriantes (el estudio aquí).
Más de la mitad del valor total de las falsificaciones que se comercializan mundialmente son transportadas en contenedores por mar. Ello es debido a las facilidades logísticas que ofrece este tipo de transporte, de las que también se aprovechan los operadores de falsificaciones para distribuirlas fácilmente y a nivel mundial. Además, los volúmenes de carga que posibilita este medio de transporte, compensan las pérdidas que puedan producirse como consecuencia de eventuales detenciones. Ciertamente los falsificadores no renuncian a medios de transporte alternativos o sistemas como el de pequeños envíos, pero el transporte marítimo aparece como el más importante en términos de volúmenes de carga y valor.
El estudio se basa en los datos sobre incautaciones de falsificaciones recopilados por diferentes autoridades aduaneras (entre otras la Organización Mundial de Aduanas). En cuanto a los orígenes, sigue destacando Asia, con China, Hong Kong, Singapur y Emiratos Árabes a la cabeza, siendo las principales vías de entrada en la UE Alemania, Países Bajos y Reino Unido. Si se pone la vista en la tipología de artículos, el estudio muestra que más del 70% de los perfumes y cosméticos, alimentos, calzado y juguetes falsos incautados se han transportado en contenedores por mar.
No puede perderse de vista que muchas veces los funcionarios de adunas se ven presionados por la necesidad de tener que agilizar los procesos de control para evitar una dilación de los flujos comerciales, con la de velar por el cumplimiento con las diferentes legislaciones en aras a trabar intentos de importaciones y/o exportaciones ilícitos. Ello unido al hecho de que las falsificaciones siguen viéndose como un delito menor, lo que provoca un desvío de la atención (y recursos) hacia actividades ilícitas de mayor calado social.
A la vista de lo anterior, el mensaje que trasciende del estudio es claro: mayor involucración de todos los que intervienen en la cadena para acabar con este desgraciado fenómeno y evitar que las mafias sigan aprovechándose de las debilidades del sistema. Por lo que a las autoridades gubernamentales se refiere, destinando mayores partidas presupuestarias para el desarrollo e implementación de medidas tecnológicas que doten a los funcionarios de herramientas más eficaces y ágiles. Las navieras, mejorando sus protocolos de control de las cargas. Los titulares de derechos compartiendo información y estrechando los lazos de colaboración con los diferentes operadores. Y a la población en general, de concienciación del gravísimo problema al que nos enfrentamos con las falsificaciones, lo que la crisis sanitaria originada por el Covid ha permitido apreciar de manera más cercana con motivo del aumento de falsificaciones de medicamentos y productos sanitarios.